Cuando la vocacin militar se transmite durante generaciones: “Que tu hijo siga la tradicin es un orgullo y una responsabilidad”
El da que el Rey Juan Carlos presidi una entrega de despachos en la Academia General del Aire y se top con los Pearroya, le dijo a la madre: Veo que usted tiene el mismo lo con los uniformes que yo. Esta broma ilustra la singularidad de esta familia, cuyo abuelo es comandante del Ejrcito de Tierra, sus hijos pertenecen a la Guardia Civil y al Ejrcito del Aire y su nieto es guardiamarina de la Armada. Un caso nico. Con motivo del Da de las Fuerzas Armadas, EL MUNDO rene a cuatro familias que demuestran que dar la vida por Espaa se aprende en casa.
Pedro Pearroya padre, comandante de Tierra, ingres como suboficial en el Ejrcito. Fue destinado en 1973 al grupo de Regulares II de Melilla. Y en la ciudad autnoma se cas y tuvo dos hijos. La vida transcurra entre la familia y el trabajo, sin aleccionar, pero siempre con las Fuerzas Armadas presentes. En la Pennsula muchas veces al cuartel se iba de civil, pero aqu en Melilla se ha vivido siempre de militar. Luego, cuando haba jornadas de puertas abiertas, llevaba a mis hijos. A m me ha gustado que ellos participaran, aunque yo no les he forzado nunca a que fuesen militares, recuerda.
No hemos conocido otro ambiente que no fuera el castrense, afirma su hijo Pedro Pearroya, teniente coronel del ejrcito del Aire. Rememora los fines de semana en los clubes de suboficiales, el da a da en una casa militar. Se viva el mundo castrense en toda su extensin, asegura. Tena muy claro que quera ensalzar los valores de patria que tena.
Los dos pedros, padre e hijo, no olvidan el da que el segundo confes cul era su vocacin. Estaban sentados en la cocina: Pap, quiero ser piloto. Su padre se levant, sali y, con gesto preocupado, se lo cont a su mujer. A m eso me sobrecoga, yo procedo de abajo, del cuerpo de suboficial. Y claro, el que un hijo mo quisiera ser oficial directamente desde la Academia, pues no saba si iba a poder ofrecerle que hiciera todas esas cosas.
Pedro hijo se emociona al reconocer el esfuerzo que hicieron sus padres: Si tu familia no apuesta por ti, muchas veces no se pueden conseguir metas, porque no hay detrs un soporte econmico que te respalde y eso es fundamental. Y fueron aos duros en la economa familiar.
Yo intent darle lo que pude, y tuve la suerte de que l lo aprovech, sintetiza el padre. Y lleg entrega de despachos Don Juan Carlos descubri a su familia.
El primer destino en el Aire de su hijo fue en el Grupo de escuelas Matacn, en Salamanca. Ah form su familia. Durante las ltimas horas de la tarde mis hijos venan a la base y les enseaba los aviones. Tanto tiempo pasaban ah que una de las imgenes que atesora su hijo Javier fue aprender a montar en bicicleta entre aquellos hangares. Guardo muy buenos recuerdos de mi infancia en aquel sitio, llegando a verlo como una segunda casa, ya que mi padre desde bien pequeo me ense a amar su profesin.
Pero unas vacaciones en Marn determinaron su vocacin: Para m fue algo impactante poder ver la Academia desde fuera y ver cmo los alumnos entraban y salan de uniforme. Descubr que era una opcin que me gustaba y en la que podra ser feliz.
Cuando l me dijo que iba a ser de la Armada, la verdad es que nos dej un poquito fros, t sabes lo que es un barco cuando hay un temporal?, recuerda el abuelo. Sin embargo, Javier Pearroya consigui sacar la nota suficiente para ingresar hace tres aos. Hoy se encuentra en Nueva York en la escala del buque-escuela Juan Sebastin de Elcano: Me ha transformado la vida, y, aunque sea una profesin dura y sacrificada, lo hago con mucho gusto y orgullo, reflexiona. Su padre bromea: No s qu le harn en la Escuela Naval, pero es la persona ms convencida de la Tierra de haberse unido a la Armada.
Armada: seis generaciones de la familia Nez
El almirante Nez junto a su hijo, Teniente
Es muy probable que en los tres aos que lleva en Marn, Javier haya coincidido con algn Nez. Porque este apellido est vinculado a la Armada desde hace generaciones. En lnea recta, seis Nez han pertenecido al cuerpo general. Tres de ellos participan en este reportaje: Francisco, vicealmirante en la reserva; su hijo, el almirante Jos Nez; y su nieto, el teniente de navo Jos Nez.
Pudiera decirse que llevamos la Armada en nuestros genes, pero eso no nos hace diferentes, sentencia Francisco, el abuelo, que recuerda cmo le impact con 9 aos ver a sus padres llorando abrazados en Cartagena cuando se hundi uno de los tres submarinos de la clase C-4. Tal vez ese episodio inclin su futuro no slo a la Armada, sino a la especialidad de submarinos. Comparte el nico consejo que le dio su padre: Trata de conseguir que, cada vez que ceses en un destino, tus subordinados te recuerden con cario. Unas palabras parecidas a las que despus ofreci l a su hijo Jos en tiempos de zozobra en la Academia.
Los Nez, seis generaciones en el cuerpo general de la Armada
El almirante no data el momento exacto en el que decidi ser oficial de la Armada: Fue casi por inercia, era el mundo que conoca. Pero s repite el consejo ms valioso que le ofreci su padre. Se aprende de los buenos ejemplos y de los malos. De los buenos copia todo lo que a ti te gusta que te hagan y de los malos ejemplos, mralo bien y todo lo que no te gusta, promteme que no lo vas a hacer nunca t a nadie. Jos tuvo que llamar a su padre para contarle que no seguira la tradicin de los submarinos: Le dije: ‘a m me gustara ser piloto‘ y su respuesta fue: ‘eres un traidor’. Se convirti en piloto de Harrier. Luego estuvo muy orgulloso, sintetiza.
En su hoja de servicio figura el cargo de jefe de estudios de la Escuela Naval. Puesto que coincidi con la adolescencia de su hijo Jos. Esos dos aos fueron un punto de inflexin para m. Estar dentro de la Escuela, aunque an no formara parte de ella, me marc mucho. Hubo un momento en el que algo hizo click. Ah fue cuando realmente me di cuenta de que mi vocacin era ser marino, describe, y recuerda el mejor consejo que recibi de su padre: Que elija mi camino profesional en funcin de lo que me haga feliz, sin obsesionarme por lo que esa decisin pueda implicar en el futuro. Una sugerencia que le llev a especializarse en helicpteros, donde contina surcando los cielos para la Armada.
Los lvarez: aviadores
Los lvarez junto a Felipe VI
Precisamente al Ejrcito del Aire pertenecen tres Agustn lvarez. El abuelo, general retirado y primer director de la Escuela Bsica del Aire, hijo de un Guardia Civil pero que estaba todo el da haciendo aviones de papel. El padre, teniente coronel, que a los 16 aos pidi hacer un curso de vuelo sin motor. Y el nieto, teniente, criado en la Base Area de Torrejn, que en el carrito sealaba cazas y deca vin, vin. Todos marcados por la muerte de ngel Hernndez Gmez, cuado, to y to abuelo de los lvarez, que falleci en un accidente mientras pilotaba un T-6 en 1968.
Hay un ficus que permanece inclume a la entrada de la Academia General del Aire pese a las dcadas: Ves todas esas races?, cada vez que pases por aqu tienes que pensar que son las races que tenemos nosotros. Son las races de tu to y de tantos compaeros. Por honor a ellas hay que ser un buen militar y un buen aviador. Esa es la referencia que el general lvarez pide a los suyos que no pierdan.
Quizs una de las cosas que ms me marc fue ver cmo amigos y compaeros, que estaban un da con nosotros, al da siguiente ya no estaban, a causa de accidentes. Realmente eso es muy duro, recuerda ahora el nieto. Su padre cuenta que lo que ms le atrajo de pequeo no era tanto el ambiente militar como el compaerismo que perciba en su casa. Eso y un curso de aeromodelismo al que se apunt en Burgos con 14 aos forjaron su vocacin. Mi padre se lo tom muy bien, pero cuando se lo cont a mis abuelos maternos, que haban perdido a su hijo en un accidente, no se lo tomaron tan bien, aunque luego estuvieron muy orgullosos. Con su mujer y sus hijos vivieron una dcada en la Base Area de Torrejn, donde Agustn lvarez jr, pudo revivir el compaerismo en el que se haba criado su padre, lo que le hizo plantearse la carrera militar como una alternativa ms.
La verdad es que tena otras ideas sobre mi futuro, reconoce, pero mand la instancia motivado por sus buenas notas. Aunque se confiesa feliz con su trabajo actual, s asegura que crea que la formacin iba a centrarse mucho ms en el mbito puramente militar, de disciplina y valores militares. Me choc que se centrase mucho en una carrera universitaria.
Entre la formacin del abuelo y del nieto han pasado cinco dcadas. Pero el teniente lvarez an disfruta coincidiendo con el general, incluso han podido desfilar juntos, pues el mayor de la familia contina activo al frente de la Real Hermandad de Veteranos. Uno de los momentos ms importantes de su carrera sucedi hace siete aos, en la jura de bandera de su nieto. Ese da coincidieron las tres generaciones de uniforme en la Academia. Y lvarez abuelo busc el ficus cuyas races guardan a todos los oficiales del Aire y se lo seal a sus descendientes.
Los Marzo: races en el Ejrcito de Tierra
El cadete Juan Manuel Marzo tiene dos abuelos y un padre en Tierra
Para los Marzo tambin fue inolvidable la jura del cadete. Ese da, el ao pasado, en el patio de la Academia General Militar se reunieron los militares de la familia. Los abuelos, en teniente coronel Antonio Rueda y el comandante Jos Manuel Marzo, se sumaron al acto para ver a su nieto jurar dar la vida por Espaa.
El padre, el teniente coronel Jos Manuel Marzo, estaba de espaldas en la explanada cuando escuch un taconazo detrs. Al girarse, su hijo, el cadete Marzo, le dedic el primer saludo marcial de su vida: A la orden de mi teniente coronel!, expres, provocando la emocin del padre y de los dos abuelos. Porque la continuidad de la tradicin castrense en la familia estuvo en duda un tiempo.
Los nietos Marzo son celiacos. Hasta que no cambi la ley, no podan dedicarse a lo militar. Por eso, ni su padre ni sus abuelos -todos de Infantera-, involucraron mucho al nio en la vida castrense. Cuando Jos Manuel hijo, la tercera generacin, expres que quera ingresar en la General, sorprendi a su padre: Yo quera que se dedicara a esto desde siempre, pero cuando me lo dijo… aparte de ser un orgullo, es una responsabilidad. Te preguntas: a ver si le he influenciado demasiado?, afirma el padre.
Las batallitas y el compaerismo que tanto sus abuelos como su padre le transmitieron fueron el motor del ahora cadete para estudiar y llegar a la jura de bandera. Llevo soando con ese da desde bien pequeo. Estudiaba para poder llegar a besar la bandera de la Academia. En el momento en el que pude llegar all y pude ver a toda mi familia uniformada, es el mayor sueo que he tenido.