‘Cazado’ con un bolgrafo pistola, municin y una placa falsa de la Guardia Civil en los juzgados de Plaza Castilla
Un hombre de 59 aos fue detenido a medioda del pasado viernes en los juzgados de Plaza Castilla en Madrid cuando, durante un control rutinario de acceso, los vigilantes de seguridad hallaron un bolgrafo pistola, municin y una placa de la Guardia Civil entre las pertenencias de este varn que pretenda acceder al Registro de la citada sede judicial.
Un hallazgo que se produjo a las 13:15 horas de la maana cuando, al observar una de las bolsas que portaba el individuo a travs del escner de metales, los efectivos de la seguridad privada hallaron un sospechoso objeto cilndrico con pequeos tornillos, hendiduras y un muelle que convertan a este simple artculo de escritura en un arma de fuego capaz de detonar municin de bajo calibre.
Entre sus pertenencias, los vigilantes de seguridad vieron tambin una bala real del calibre 22, una bala de fogueo del mismo calibre y una placa de la Guardia Civil, que se sospecha que podra proceder de un robo o de una falsificacin ya que el detenido no se encontraba adscrito al Instituto Armado.
Ante este singular hallazgo, los vigilantes dieron la voz de alarma a los agentes de la Polica Nacional destinados en el edificio para que procedieran a su detencin y traslado a la comisara del distrito de Tetun, acusado de un presunto delito de tenencia ilcita de armas.
Un bolgrafo pistola se caracteriza por su capacidad de pasar desapercibido debido a su reducido tamao y similitud con un boli real, explican a GRAN MADRID fuentes de la Guardia Civil. Este tipo de armas de fuego encubiertas se encuentran diseadas para disparar un solo proyectil, ya que para su recarga es preciso desmontar el ingenio. Normalmente emplean municin de calibre 22 [como en el caso de los juzgados de Madrid] o del calibre 6,35, precisan las mismas fuentes.
Asimismo, desde la Benemrita explican que los disparos de este arma podran ser mortales si se efectan a una distancia de menos de un metro y que suelen fabricarse de forma artesanal, ad-hoc para un determinado trabajo y sin nmero de serie, por unos precios que oscilan entre los 10.000 y los 20.000 euros en el mercado negro.