Ayuso y su gobierno evitan condenar la agresión, insultos y lanzamientos de barro a Sánchez en Paiporta | Noticias de Madrid


Ni siquiera la tragedia de la dana propicia este jueves una jornada de comunión en el dolor en la Asamblea de Madrid. Llega la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, vestida de riguroso negro de luto, y a la llamada del pleno acude también Juan Lobato, el portavoz del PSOE, compartiendo con ella la pesadumbre por las más de 200 vidas perdidas en el aguacero. Pero la paz que se prevé en consecuencia, el pacto de no agresión por respeto a la tragedia, y la apuesta por mostrar unidad en un momento de emergencia, saltan hechos añicos en cinco minutos. Porque Lobato le reclama a Díaz Ayuso que condene los insultos que escuchó el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, mientras visitaba el domingo Paiporta con los Reyes, y a todos ellos les caían barro y diferentes objetos. Y la baronesa conservadora no lo hace. Calla. No sigue el camino de su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, que sí rechazó lo ocurrido en Valencia. Y estalla la pelea: uno tras otro, intervinientes del PP y del PSOE se echan en cara lo ocurrido. Pocas veces quedó mejor resumido que la confrontación partidista ya lo ha invadido todo en la Asamblea.

“Siempre hay un límite: la violencia”, argumenta Lobato, tras definir como comprensible el enfado de los afectados por la dana. “La violencia es intolerable y además deslegitima a quien la ejerce, a quien la defiende y también a quien no la condena”, lanza. “Cualquier demócrata debe oponerse frontalmente a lo que ocurrió el domingo, a ese intento de linchamiento a los Reyes de España, al presidente del gobierno y al presidente de la Comunidad Valenciana. Eso requiere de una condena unánime”, sigue. “(…) Le pido hoy que condene lo que sucedió el domingo. Es muy importante que usted lo haga, usted sabe la influencia que tienen sus palabras”.

Pero Díaz Ayuso no se da por aludida. Guarda silencio en ese tema concreto, le lanza una pulla a la mano tendida de Lobato (”Le pido que el fango que no quiere usted que se eche en Valencia, no lo eche usted en las residencias en Madrid”, dice) y deja que los portavoces de su partido y de su gobierno se arremanguen en la cuestión.

Primero dispara Carlos Díaz-Pache, el portavoz del PP en la Asamblea: “El presidente del gobierno compareció el martes en medio de una gran crisis y dijo, ‘estoy bien’. Le pueden trasladar que no estábamos preocupados por él (…) El presidente huyó, y eso es cobardía”.

Y luego llega el turno del portavoz del gobierno, Miguel Ángel García Martín: “Yo, me, mi, conmigo. En este momento, cómo esté el presidente del gobierno nos importa poco. Lo que nos importan son las víctimas y los damnificados de Valencia”.

 El portavoz del PSOE, Juan Lobato.
El portavoz del PSOE, Juan Lobato.Javier Lizón (EFE)

El PP de Madrid, de hecho, pone en duda que Sánchez recibiera un golpe, como denunció el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, que calificó la acción como “una agresión al Estado”. Para ello, el equipo de la presidenta, contactado por este diario, se remite a que el informe del Servicio de Información de la Guardia Civil sobre los incidentes “no confirma que [Sánchez] recibiera un golpe con un palo”.

Aunque las imágenes de lo ocurrido también muestran cómo se rompieron los cristales de uno de los vehículos de la comitiva presidencial; aunque tres personas han sido detenidas por los incidentes; y aunque fueron múltiples los insultos al presidente, y los lanzamientos de barro, Díaz Ayuso ha evitado hasta ahora solidarizarse con Sánchez.

El mismo domingo de los incidentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid emitió un escueto mensaje en sus redes sociales: “El Rey, ejemplar. La Reina, el sentimiento de España”. Un día después, publicó una viñeta que dibujaba a Sánchez escondido dentro de la corona, una clara referencia a su opinión de lo que había ocurrido en Paiporta. Finalmente, el lunes, durante una intervención pública, comentó los incidentes evitando referirse en todo momento al presidente del gobierno.

En esa intervención, la presidenta de Madrid reclamó que no se pierda “la confianza en la nación” en estos momentos que “se multiplica el malestar ciudadano” tras la catástrofe producida por la dana y agradeció a los reyes “por mancharse de barro” y escuchar a los damnificados en Paiporta, una actitud que “los ha hecho aún más queridos por los españoles”.

Este jueves, tras la pregunta por Lobato, nada cambia. Tampoco cuando interviene su número dos en el PSOE de Madrid, Marta Bernardo, para recordar que agredir a Sánchez es agredir a la institución de la presidencia del gobierno. “Ningún ciudadano madrileño, salvo que sea una persona agresiva, intolerante, o que haga apología de la dictadura, consentiría una agresión a la presidenta del gobierno [Díaz Ayuso]”, ejemplifica. “¿Por qué?”, pregunta. “Porque es la representante de esta institución. Nos guste o no nos guste”, razona. “Los insultos del domingo no fueron a las personas, fueron a la institución. Salvo que no se crea en la democracia, y que se disfrute del fascismo, se debe condenar la violencia a las instituciones siempre”.

No este jueves. No en Madrid. En la Asamblea, Díaz Ayuso guarda silencio.



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