Customize Consent Preferences

We use cookies to help you navigate efficiently and perform certain functions. You will find detailed information about all cookies under each consent category below.

The cookies that are categorized as "Necessary" are stored on your browser as they are essential for enabling the basic functionalities of the site. ... 

Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

No cookies to display.

Ayuso tapa las críticas con una lluvia de apariciones mediáticas: “Quieren destruirme” | Noticias de Madrid



Gran parte del éxito mediático de Isabel Díaz Ayuso se basa en el contraataque. En la capacidad de convertir los posibles delitos fiscales de su pareja o las protestas de los familiares de fallecidos en las residencias durante la pandemia en un ataque contra ella: “quieren destruirme”, repite, o contra Madrid: atacan un “pulmón económico de Madrid”, resumió sobre las universidades privadas.

Después de dos duras semanas que coincidieron con el quinto aniversario de la declaración del estado de emergencia por la covid en la que tuvo que volver a escuchar que la llamaran “asesina” y se volvió a hablar de los más de 7.000 ancianos fallecidos en las residencias, Ayuso ha pasado a poner en marcha aquello de que la mejor defensa es un buen ataque. En la última semana, ha vuelto a la primera línea de combate con un resultado, sin embargo, desigual. Allí donde hay preguntas, la presidenta comete errores o desliza ideas que luego tiene que matizar, pero donde hay monólogos, el eco de su mensaje resuena con tanta contundencia que hasta marca el paso a su partido.

A mediados de marzo la oposición logró acorralarla en la Asamblea y hasta la emisión del documental 7.291 en La 2 de TVE logró una audiencia inimaginable de entrada (15% de cuota de pantalla global y 1.278.000 espectadores de media entre La 2 y el Canal 24 Horas), mucho más marcada aún en Madrid. En los últimos días, sin embargo, ha multiplicado sus apariciones en los medios tratando de neutralizar su semana negra.

Hace una semana, el martes 25 de marzo, Ayuso estuvo en los desayunos de Europa Press. Tras el soliloquio inicial, la entrevista con el director de la agencia dedicó una parte importante de la misma a su pareja y a las residencias y fue cuando calificó de “anecdótico” lo sucedido. Dos días después, el jueves 27, pasó por Onda Cero y su entrevista con Carlos Alsina fue ampliamente difundida, aunque no por las razones que pretendía, sino por el tenso debate que mantuvo en antena con el periodista sobre la banalización (o no) del delito fiscal por su parte en torno a todo lo que tiene que ver con su pareja.

El día siguiente, el viernes 30, aunque la agenda de la presidenta aparecía como una jornada sin actividades con los medios, dedicó más de una hora a hablar con Eduardo Inda, director de OK diario, en la sede de la Puerta del Sol. Precisamente OK Diario es uno de los medios de comunicación que mejor le va con Ayuso, tanto en el tiempo que le dedicó como en el dinero público que recibe (más de 1,2 millones en cuatro años). Al día siguiente, sábado al mediodía, Ayuso pasó por un programa de cocina en Telemadrid en el que contó cuáles son sus bares de tapas favoritos, que es fan de Héroes del Silencio y que el producto de Madrid que más le gusta “es la Mahou”, dijo entre risas.

En el noticiero que en la misma cadena se emitió inmediatamente después, Ayuso volvió a protagonizar gran parte del arranque debido a que en ese momento se celebraba la polémica jura de bandera civil de Alcobendas y que la enfrentó al Ministerio de Defensa. Entre una cosa y otra, la figura de Ayuso monopolizó casi una hora ininterrumpida de televisión en la cadena autonómica.

Ese mismo día, el sábado por la tarde, asistió a la velada de artes marciales mixtas (MMA) junto a la estrella del momento, Ilia Topuria, en la que estuvo sentada con el presentador Pablo Motos y a la que también asistió Santiago Abascal. Su entrada al Movistar Arena junto a la estrella hispanogeorgiana convirtió el video en viral en las redes sociales y le permitió llegar a los teléfonos de muchos madrileños ajenos a las polémicas que la rodean cada día. El domingo tampoco no tuvo actividades, pero el lunes 31, OkDiario publicó la entrevista realizada dos días antes y que incluía un pequeño paseo junto por la sede de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol. En la misma, turistas catalanes, colombianos o venezolanos se acercaban a hablar con ella mientras explicaba que cada vez que está en la calle, alguien de su equipo recoge y da seguimiento a las quejas que le llegan.

La tarde del lunes volvió a dejarse ver ante los medios en versión monólogo al aparecer junto al presidente de Andalucía, Juanma Moreno, durante unos premios al arte andaluz. “Es un honor estar con Ayuso, a quien conocí con 19 años como becaria y hoy es una mandamás”, dijo de ella el presidente andaluz durante la gala. Aunque se trataba de un evento para reconocer el talento y la cultura andaluza, Ayuso aprovechó para describir a las dos administraciones como “gobiernos que apostamos por la libertad y la vida, apoyados en la seguridad jurídica y en las calles, en momentos en que atacan principios básicos como la libertad de prensa y la educativa”. Un día después, este martes, repitió monólogo durante el foro ‘Wake up Spain’, organizado por El Español. Tampoco hubo preguntas, pero sí una intervención posterior frente a los medios en la que cargó contra Pedro Sánchez por atacar a las universidades privadas “que son un pulmón económico para Madrid. Y lo saben”, añadió.

Así, en dos semanas, Ayuso, que iba grogui de lado a lado del ring, ha pasado al ataque con posiciones mucho más duras que las que salen de su propio partido. Marcó el paso al PP con el traslado de menores desde Canarias y volvió a hacerlo días después con las universidades privadas. Si Alberto Núñez Feijóo salía al paso diciendo que “los chiringuitos” están dentro del Gobierno de Sánchez, Ayuso repetía una de esas frases sobre Pedro Sánchez que llegaron a las televisiones y se movieron en redes sociales, dejando a Feijóo como un tibio aprendiz de oposición: “Es muy feo renegar de la educación que te han dado tus padres, teniendo en cuenta que toda su vida académica se ha fraguado en la privada y solo ha ido a la pública a hacer negocios con su mujer”. En poco tiempo, Ayuso había neutralizado su semana más negra y ya no se hablaba ni de su novio, ni de las residencias, ni del aumento del paro.



Source link