Arranca la cumbre antiaborto en el Senado: representantes de Meloni, Milei y Orban se reúnen con Vox, que acusa al Gobierno de impulsar “la cultura de la muerte”
A las nueve de la mañana, medio centenar de personas guardaba fila en la Plaza de la Marina Española (Madrid) para acceder al Senado. Entre ellos había representantes de Fratelli d’Italia (la formación de Giorgia Meloni), el secretario de Culto del gabinete de Javier Milei, la vicepresidenta del partido de Viktor Orban y otros mandatarios de extrema derecha venidos de todo el mundo. También se congregaban varios parlamentarios de Vox, encabezados por su secretario general, Ignacio Garriga. El motivo del cónclave: la cumbre Por la libertad y la cultura de la vida, el encuentro antiaborto que viene siendo objeto de polémica en las últimas semanas.
La reunión está convocada por la Red Política de Valores, una organización internacional presidida por el chileno José Antonio Kast -líder de la derecha dura del país- y que tiene al ex ministro popular Jaime Mayor Oreja como dirigente honorífico. Entre los valores que abandera esta institución está la “defensa de la vida”, entendiendo que esta “debe llevarse a cabo desde el mismo momento de la concepción” y hasta que se produzca una muerte natural. Se opone así, abiertamente, al aborto y a la eutanasia, pues defiende que estos “no pueden ser considerados como derechos”. Con entidades religiosas entre los convocantes de la cumbre, esta organización también sostiene que el matrimonio “constituye una institución entre un hombre y una mujer”.
Que el acto organizado por esta Red se celebre en el Senado despertó una oleada de críticas en el Gobierno y sus socios, así como en el movimiento feminista. Varios grupos de izquierda de la Cámara Alta (ERC, Bildu, BNG, Compromís y Más Madrid), así como el PNV y Junts, denunciaron que el encuentro defiende un “ideario incompatible con la legislación vigente” -el aborto es legal es España- y promueve “la regresión de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y la libertad para decidir plenamente sobre su cuerpo”, con lo que solicitaron que se retirara la cesión de instalaciones del Senado para esta cumbre.
El PSOE también se sumó a esta petición, alegando que “la naturaleza del acto en cuestión, como la de la organización que lo promueve, comprometen gravemente la reputación y la imagen de neutralidad institucional debida de la Cámara Alta”. Sin embargo, el PP, que tiene mayoría absoluta en la Mesa, decidió mantener la celebración de la cumbre, en la que el Senado de España figura como “entidad colaboradora”.
Con todo, la mañana amanecía tormentosa en la Cámara Alta. Vox había convocado a la prensa a las puertas del encuentro para dejar claro que comulga absolutamente con los principios abanderados por la Red Política de Valores. El secretario general de los de Santiago Abascal, Ignacio Garriga, también ponente en la cumbre, ha sido el encargado de trasladar el mensaje: “Vox va a seguir trabajando por reivindicar la cultura de la vida frente a la cultura de la muerte que está impulsando este Gobierno”.
Garriga ha cargado así contra la izquierda, a la que cree que “le incomoda que hoy se haga una exaltación de la libertad de pensamiento”, y ha criticado que el Ejecutivo de coalición “lleve demasiado tiempo impulsando políticas como la eutanasia y el aborto”. Vox actuará como “dique de contención” para “reivindicar la dignidad de la persona humana”, ha remarcado.
Una decena de manifestantes se han concentrado frente al Senado a primera hora para protestar contra la cesión de espacios para este acto. “Fuera fascistas de las instituciones”, defendían. Hace dos semanas, activistas de Femen irrumpieron en el Pleno de la Cámara Alta al grito de “el aborto es sagrado” para manifestar también su oposición a la decisión de la Mesa de autorizar el evento.