Alumnas de Monedero en Ciencias Polticas de la Complutense: “Con l, las tutoras siempre con la puerta abierta”
Ninguna alumna parece inmutarse al ser preguntada por las denuncias interpuestas contra Juan Carlos Monedero por acoso sexual: “No nos extraa nada, la verdad”. En la facultad de Ciencias Polticas de la Universidad Complutense el fundador de Podemos ha labrado a lo largo de los aos una reputacin de “tocn” y “baboso” que ha vacunado de espanto a sus estudiantes. Ahora, ante el expediente que el centro docente ha abierto contra el fundador de Podemos tras la denuncia por acoso sexual a una alumna, las universitarias no tuercen el gesto: “No es la primera chica con la que se pasa y no tiene pinta de que vaya a ser la nica”, comenta Paula.
Los rumores que hasta ahora conformaban la imagen que las universitarias tenan de Juan Carlos Monedero en la Complutense -“puede llegar a ser un poco pesado”; “a veces se acercaba si estbamos chill en la terraza”- cristalizaron de golpe cuando la Universidad dio a conocer ayer que haba activado el Protocolo de Actuacin frente al Acoso Sexual tras la denuncia de una alumna.
“Todas sabemos lo de la puerta de su despacho”, comenta ms de una alumna. Entre ellas haba amplia consciencia de lo que deban evitar cuando trataran con el fundador de Podemos. “Las tutoras siempre con la puerta abierta”, sealan todas ellas. “La manita en la cintura tambin es una mtica de Monedero”; “se pone como baboso, pero nunca haba pasado nada”, comentan. Ninguna de las alumnas con las que ha contactado este peridico haba tenido con l trato diferenciado. Pero hablando entre ellas s haban compartido otras experiencias.
“Por el 8-M nos encerramos en la facultad muchas de nosotras. Una de las actividades que hicimos consisti en repartir fotos de los profesores y denunciar entre nosotras situaciones incmodas. Y Monedero protagonizaba bastantes”, recuerda otra estudiante. Esta vez, la denuncia no se ha quedado en un chascarrillo y el caso ahora est en manos de la Unidad de Igualdad, que har un “seguimiento individualizado” y que contempla “acompaamiento y atencin psicolgica y social a la vctima” con independencia de que decida acudir o no a la polica, algo que se desconoce si ha hecho la estudiante. Ninguna de sus compaeras ha odo hablar de nadie que haya interpuesto una denuncia judicial contra Juan Carlos Monedero porque “si eso hubiera pasado, nos habramos enterado”, cuentan.
Dentro del aula, l era “ms cercano con las chicas que con los chicos”, comenta Eduardo, un estudiante de Ciencias Polticas. Ese trato de favor y sus acercamientos a sus alumnas en circunstancias en las que el alcohol se inclua en la ecuacin le granjearon tambin cierta fama de “acosador”. Fuentes del centro contactadas con este peridico aseguraron que la investigacin ser “un proceso largo” en el que se “llama a declarar a cada una de las partes” para que testifiquen su versin de los hechos denunciados.
Adems, las alumnas de la facultad tienen habilitado un Punto Morado, que en realidad es toda una zona del edificio, al que las propias estudiantes pueden recurrir siempre que as lo quieran. No obstante, entre las integrantes de esta asociacin estudiantil ha trascendido que la alumna denunciante recurriese directamente a autoridades “de arriba”, sin haber puesto en conocimiento de la organizacin nada de lo ocurrido. Aunque se refieren a Monedero como un “baboso”, los hechos descritos “no suelen ser el tipo de cosas denunciables”, subraya Ins, una estudiante de cuarto de carrera. Y es que lo que sorprende a las estudiantes de la facultad de Polticas es que se haya denunciado precisamente a Monedero, “que ya sabemos todas cmo es”, y an as, lo han denunciado por acoso sexual.
De camino a clase, dos estudiantes ensalzan que “denunciar y seguir viniendo a clase tiene mrito porque los profesores ya no la tratarn igual”. Otro alumno garantiza que el docente “seguir dando clases” despus de la resolucin del caso. Las alumnas tienen la mirada fijada en el veredicto de una situacin indita en su facultad que solidifica las historias que crean humo, de momento con la incgnita de la implicacin policial.