Almeida saca el rodillo: aprueba los presupuestos y reprueba a Maroto el mismo día | Noticias de Madrid
Madrid celebró el último pleno del año con la habitual cuota de polémica sobre los minutos de silencio que deben celebrarse cuando el PP y Vox rechazaron recordar a la actriz Marisa Paredes, recientemente fallecida. El resto de la sesión fue un trámite que José Luis Martínez-Almeida cumplió sin despeinarse al sacar adelante su sexto presupuesto con los votos del PP en solitario y el no de Más Madrid, PSOE y Vox, a unas cuentas para 2025 de 6.277 millones de euros, al que solo se añadieron 37 enmiendas parciales de las 532 presentadas.
Según el equipo de Almeida, este presupuesto que en 2025 será un 5,7% más alto, lo que significan 338 millones más, estará enfocado en el soterramiento de la A-5, el tramo final del Paseo de Castellana o el cubrimiento de la M-30 a la altura de Ventas, además de contemplar la construcción de once promociones con un total de 865 viviendas, defendió la delegada de Hacienda, Engracia Hidalgo. Para Almeida celebró la votación y la comparó con la situación de Pedro Sánchez. “Mientras en España, Pero Sánchez es incapaz de presentar los presupuestos, en Madrid tenemos un gobierno estable, fuerte y sólido”, dijo el alcalde.
Desde la oposición, la portavoz de Hacienda de Más Madrid, Sara Ladra, criticó un “recorte del 34%”, el abandono de los barrios del sur y la falta de inversión en escuelas infantiles. “Este ayuntamiento defiende cómo uno de sus programas estrella el fomento a la natalidad, pero se olvida que no hay quien se pague una vivienda, que no hay escuelas infantiles y que en este gobierno no se va a construir ni una. Y no hablemos de los 11.000 niños que se han quedado sin plaza escolar”, añadió la portavoz de Más Madrid. Por su parte, Enma López, portavoz del PSOE, destacó el aumento de la desigualdad y el desequilibrio entre los distintos distritos de la ciudad.
El punto más polémico fue la introducción de una nueva tasa de basuras, que sustituirá a la actual Tasa de Residuos Urbanos de Actividades (TRUA) impuesta desde Bruselas. Esta nueva tasa aportará unos ingresos netos de 256 millones de euros, descontados los 40 millones recaudados por la TRUA. La cuota se calculará sumando una tarifa básica, basada en el valor catastral del inmueble, y una tarifa por generación de residuos, según los datos de separación de cada barrio proporcionados por el Parque Tecnológico de Valdemingómez. Vox criticó que los nuevos presupuestos suponen un “sablazo”. Según esta nueva tasa, el recibo medio para las viviendas será de 141 euros, mientras que los inmuebles de uso comercial pagarán una media de 310 euros. Quedarán exentos de la tasa los garajes, trasteros, solares y edificios en estado de ruina. En el caso de las viviendas vacías y locales sin actividad, se aplicará únicamente la tarifa básica. Los contribuyentes recibirán una notificación de alta en la matrícula de la tasa, con un plazo de dos meses para el pago. En años posteriores, el cobro se integrará en un sistema de matrícula similar al del IBI.
Paralelamente aprovechando el último pleno del año, Almeida impulsó una moción de reprobación sobre Reyes Maroto tramitada con carácter de urgencia gracias a su mayoría absoluta después de conocerse un intercambio de mensajes entre el comisionista Víctor de Aldama y la entonces ministra de Industria, Comercio y Turismo. La moción contó con el apoyo del PP porque “no se puede quedar impune mentir a los madrileños”, dijo Almeida y de Vox. Sin embargo, tuvo el rechazo de Rita Maestre, de Más Madrid, porque no hay nada serio contra Maroto y pidió a Almeida que dejen de calumniar. La moción de reprobación no tiene ningún efecto práctico y se trata solo de una condena moral de los grupos. Durante la última legislatura de Almeida, que cuenta desde las elecciones de mayo de 2023 con mayoría absoluta, se han presentado mociones de reprobación contra el presidente del Gobierno, el ministro de Interior, el Delegado del Gobierno o el concejal de Vox, Javier Ortega Smith, en dos ocasiones.