Un nuevo cayuco con 216 personas migrantes, incluidos numerosos menores, desborda la isla de El Hierro
Ms de 42.000 personas migrantes han llegado a Canarias en lo que va de 2024, consolidando al archipilago como un destino habitual para quienes buscan una vida mejor. Cada mes, miles de migrantes arriban a las costas canarias en embarcaciones precarias, enfrentndose al peligroso Atlntico, en la ruta considerada la ms mortfera del mundo.
La magnitud de esta crisis migratoria y las condiciones extremas que padecen los migrantes han colocado a Canarias en el epicentro de un fenmeno que se cobra miles de vidas al ao.
En la tarde del sbado, un cayuco con 216 personas a bordo fue rescatado a unas 30 millas al sur del puerto de La Restinga, en la isla de El Hierro. La operacin, coordinada por Salvamento Martimo, moviliz a dos embarcaciones de rescate: la Salvamar Adhara y la Salvamar Acrux. La gran cantidad de personas a bordo de la embarcacin oblig a reforzar el operativo para garantizar un rescate seguro.
Segn fuentes de los servicios de emergencia, en el cayuco viajaban 216 personas africanas, en su mayora varones, entre las que haba 50 mujeres (4 de ellas embarazadas) y 21 menores de edad, en aparente buen estado de salud, que fueron atendidos en el propio puerto herreo por el Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de Cruz Roja, los recursos sanitarios de Canarias, servicio de vigilancia del Puerto de La Restinga, Guardia Civil y Polica Nacional.
Segn las mismas fuentes las personas migrantes habran realizado una travesa de 10 das, desde la isla de Jinack, en Gambia. A bordo del cayuco viajaban personas de Senegal, Gambia, Niger, Guinea-Conakry y Costa de Marfil.
Este rescate se suma al de un cayuco que ha llegado esta maana con otras 57 personas al puerto de La Restinga, tambin escoltadas por la Salvamar Acrux. En total, ms de 600 personas migrantes han arribado a las islas Canarias en menos de 24 horas, un flujo que pone de manifiesto la presin migratoria a la que se enfrenta el archipilago canario.
Este 2024, al que an le falta un mes, la cifra de personas que han alcanzado el archipilago asciende ya a casi 42.000, segn los datos que maneja la administracin insular.
Un sistema de acogida al lmite
Est continua llegada de personas migrantes mantiene saturado el sistema de acogida en Canarias, lo que genera un clima de preocupacin creciente entre los residentes del archipilago. Muchos consideran insuficiente la respuesta del Gobierno de Espaa para gestionar una situacin que ya es insostenible. El limitado nmero de recursos disponibles, sumado a la falta de una poltica migratoria integral que alivie la carga en las islas, ha convertido este tema en el principal problema para los canarios.
La percepcin en Canarias
Segn el Sociobarmetro de Canarias, en su sptima edicin publicada este mes de noviembre, la inmigracin se sita como la preocupacin ms urgente para el 37,5% de la poblacin encuestada. Este informe, realizado por el Centro UNED Gran Canaria desde 2020, refleja la evolucin de las actitudes de los canarios frente a los desafos sociales. Lejos de ser una cuestin aislada, los datos muestran cmo la inmigracin supera en relevancia a otros problemas histricos de la regin, como la pobreza (26,1%), la crisis del sistema sanitario (23,7%) y el desempleo (23,6%). El impacto social y econmico La percepcin sobre la inmigracin en Canarias no solo est vinculada al incremento de llegadas, sino tambin a las limitaciones estructurales que enfrenta la regin. El archipilago, histricamente dependiente del turismo y con altos ndices de pobreza y desempleo, ha visto cmo la llegada masiva de personas migrantes tensiona an ms sus recursos ya que los centros de acogida se encuentran desbordados.
Mientras que la poblacin local demanda soluciones urgentes, las ONG y los colectivos sociales advierten sobre la necesidad de garantizar los derechos fundamentales de las personas migrantes. Por otro lado, el impacto econmico de la gestin de la inmigracin recae casi exclusivamente en las instituciones locales y autonmicas, que claman por una mayor implicacin del Gobierno central y de la Unin Europea. Aunque Madrid ha anunciado en varias ocasiones medidas para mejorar el sistema de acogida, los habitantes de las islas consideran que las promesas no se han traducido en soluciones efectivas.
Un problema sin respuestas claras
El resultado del Sociobarmetro de Canarias pone de relieve el desgaste emocional y social que sufre la poblacin canaria ante lo que perciben como una crisis crnica. Al tratarse de una regin perifrica de la Unin Europea, las Canarias enfrentan un flujo migratorio constante que, para muchos, no est siendo gestionado con la urgencia que requiere. Las soluciones a corto plazo, como el aumento de plazas en los centros de acogida o el traslado de migrantes a la pennsula, han resultado insuficientes para abordar el problema de fondo. Mientras tanto, la situacin en pases de origen y trnsito, como Senegal, Mali o Marruecos, sigue empujando a miles de personas a embarcarse en travesas peligrosas hacia el archipilago.
La inmigracin en Canarias no es un fenmeno nuevo, pero su intensidad actual exige un cambio de enfoque tanto a nivel nacional como europeo. Los datos reflejan una necesidad urgente de polticas ms ambiciosas que no solo fortalezcan el sistema de acogida, sino que tambin afronten las causas estructurales de la migracin en los pases de origen. En el corto plazo, la colaboracin entre administraciones, la mejora de la gestin de recursos y un plan integral de redistribucin de personas migrantes en el territorio nacional sern clave para aliviar la presin sobre las islas. Sin embargo, si no se toman medidas a largo plazo, el sentimiento de abandono y la frustracin de los canarios continuarn creciendo, agravando la percepcin de la inmigracin como un problema.
En respuesta al incremento de las llegadas a Canarias, se estn adoptando medidas como el aumento de plazas en los centros de acogida y el traslado de migrantes hacia la pennsula, aunque en este aspecto avanza de manera lenta. La isla de El Hierro, en particular, ha asumido la mayor parte de estas llegadas, generando una presin significativa sobre sus recursos limitados. Informes de instituciones pblicas, como la oficina del Defensor del Pueblo, subrayan la necesidad de una gestin ms coordinada que refuerce los sistemas de acogida y garantice una redistribucin equitativa de responsabilidades entre los estados miembros de la Unin Europea, al tiempo que se aborden las causas estructurales que impulsan estos flujos migratorios.
Tambin organismos de defensa de los derechos humanos y diversas organizaciones no gubernamentales coinciden en que la situacin requiere una respuesta ms integral y coordinada por parte de las administraciones pblicas. Insisten en que es fundamental garantizar que los recursos disponibles no se vean sobrepasados y que los derechos de las personas migrantes, especialmente de los menores no acompaados, sean protegidos en todo momento, cumpliendo con los estndares internacionales de derechos humanos.