Tres dcadas de conquistas de las mujeres que cambiaron el pas


El historiador israel Yuval Noah Harari, en su monumental y exitosa historia de la humanidad titulada De animales a dioses, dedica varios captulos a la jerarqua de gnero, que ha sido de importancia suprema en todas las sociedades humanas conocidas desde la aparicin del ser humano. Todas las culturas que han existido han valorado ms la masculinidad que la femineidad. El profesor de Historia no encuentra una razn convincente para el hecho cierto de que todas las culturas entronizaran la superioridad masculina.

Hasta que llegaron las ltimas dcadas del siglo XX. Harari reconoce que los cambios vertiginosos en el papel de la mujer en las sociedades occidentales le dejan estupefacto, porque han sido posibles despus de que la superioridad del hombre se hubiera impuesto en la Historia de forma tan universal.

Estupefacta. As se quedaron Espaa y medio mundo el 8 de Marzo de 2018, cuando cientos de miles de mujeres se sumaron a la huelga y a las masivas manifestaciones que recorrieron las calles de todas las ciudades y los pueblos de Espaa. La de Madrid fue de las ms notables de todo el mundo. El despertar de las mujeres se aceler a finales del pasado siglo y ellas mismas tomaron conciencia de su poder aquel 8-M. Ya nada sera como antes.

Muchos hitos contribuyeron a ese despertar y son hitos que han ido en paralelo con la propia historia de este diario.

El Gobierno en 1989, con dos mujeres: Rosa Conde y Matilde Fern

El Gobierno en 1989, con dos mujeres: Rosa Conde y Matilde Fernndez.EFE

En octubre de 1989, cuando EL MUNDO sali a la calle, el poder an era cosa de hombres, como en el clebre anuncio del coac Soberano. El 8 de Marzo todava se celebraba, con manifestaciones ms que discretas, el Da de la Mujer Trabajadora. Haba dos ministras en el Gobierno de Felipe Gonzlez -la portavoz, Rosa Conde, y la de Asuntos Sociales, Matilde Fernndez-, un puado de diputadas y senadoras, una vocal en el CGPJ, y poco ms. La primera y muy leve seal de cambio en la cultura orgnica masculina de los partidos haba tenido lugar en el XXXI Congreso Federal del PSOE, en 1988. Carmen Romero, destacada socialista y esposa de Felipe Gonzlez, logr aprobar una enmienda para establecer una cuota de mujeres en los rganos de direccin del partido del 25%. Fue un logro celebrado por las feministas y se organiz una gran polmica porque los partidos conservadores no eran partidarios de las cuotas.

Era otro pas. Completamente distinto en lo que se refiere al papel de las mujeres y el feminismo, seala Margarita Robles, ministra de Defensa y la primera mujer presidenta de una Audiencia, la de Barcelona. Ella fue primera de su promocin y reconoce la extraeza con la que la miraban los hombres cuando llegaba a los sitios para ejercer de juez. Cundo llega su marido?, le preguntaron un da.

En aquel pas donde naci este diario, las -pocas- mujeres representadas en las instituciones del Estado, en el mbito econmico, cultural y de los medios de comunicacin estaban acostumbradas a recibir piropos de distinto signo y a escuchar chistes machistas con total normalidad. La violencia de gnero no era un tema de inters pblico y los jueces absolvan a los acusados de delitos de violacin porque la vctima, al prestarse a viajar en coche con unos desconocidos, se situaba en disposicin de ser usada sexualmente en horas de la noche y en lugar solitario. Treinta y cinco aos, como el peridico, ha cumplido este ao la sentencia de la minifalda. La Audiencia de Lrida conden a un empresario por acoso, pero precis que la vctima haba provocado al hombre con su vestimenta.

Aznar y las candidatas del PP en las elecciones municipales de 1995.

Aznar y las candidatas del PP en las elecciones municipales de 1995.EFE

Los legisladores realizaron el primer cambio importante en el Cdigo Penal. La violacin pas de ser un delito contra el honor a un delito contra la libertad sexual. Margarita Robles recuerda el impacto que le produjo como jueza el trato que dispensaban jueces y fiscales a las mujeres que denunciaban agresiones sexuales: Una de mis prioridades fue humanizar el trato, cuidar que fuera ms respetuoso con las vctimas.

En 1989 haba una sola mujer en el CGPJ, Cristina Alberdi. Hoy, ms del 70% de quienes ingresan en la carrera judicial son mujeres

An habran de pasar algunos aos ms para que, en 1995, se estableciera en el Cdigo Penal la persecucin de los delitos sexuales por parte de la Fiscala mediante una querella.

La violencia de gnero o la violencia machista cobr carta de naturaleza en la conversacin pblica y en las instituciones con el asesinato de Ana Orantes. Hasta entonces, las muertes de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas tenan la consideracin de crmenes pasionales y el duelo era privado. En 1997, Ana Orantes fue asesinada por su marido das despus de denunciar en televisin los malos tratos sufridos en su matrimonio. Ah empez el debate que dio lugar a la aprobacin de la ley integral contra la violencia de gnero en 2004, con el apoyo de todos los grupos parlamentarios: 320 votos emitidos, 320 votos a favor. El entonces presidente, Jos Luis Rodrguez Zapatero, manifest que la norma sera un poderoso instrumento para derrotar al machismo criminal.

Ana Orantes, s

Ana Orantes, smbolo de la violencia machista.E. M.

Veinte aos despus de aquel hito en el combate contra la violencia de gnero, las cifras de vctimas no dejan mucho espacio al optimismo. El nmero de mujeres asesinadas en Espaa por violencia machista asciende a 1.279 desde 2003. Aunque tanto la ley como el avance de las polticas de igualdad han creado una conciencia social de rechazo absoluto hacia el maltrato -que antes era una cuestin domstica- y han aumentado las denuncias de las mujeres que lo sufren.

El primer presidente del Gobierno que se declar feminista fue Zapatero y tambin el primero en crear el Ministerio de Igualdad. Sin embargo, su antecesor, Jos Mara Aznar, ya fue consciente de la exigencia, entonces no muy notoria todava, de las mujeres de participar en la vida poltica de forma ms visible y con cargos institucionales. El electorado femenino se convirti en los aos 90 en lugar de disputa de todos los partidos. En las elecciones municipales de 1995, el entonces presidente del PP situ a un grupo de mujeres al frente de las candidaturas de las alcaldas de muchas capitales de provincia. Celia Villalobos (Mlaga), Tefila Martnez (Cdiz) y Luisa Fernanda Rudi (Zaragoza), que han sido mujeres muy relevantes en el PP, comenzaron sus carreras como alcaldesas de sus ciudades. Al igual que lo fueron Rita Barber (Valencia) o Soledad Becerril (Sevilla).

Aunque el PP siempre fue enemigo de las cuotas, lo cierto es que por la va de los hechos situ siempre a mujeres en primera lnea. La incorporacin de esta generacin de candidatas del PP fue clave en la victoria electoral de Aznar en las elecciones generales del 96. Con sus apariciones televisivas, estas mujeres feminizaron la imagen del partido. Dos mujeres del PP, Esperanza Aguirre y Luisa Fernanda Rudi, fueron las primeras presidentas del Senado y el Congreso, respectivamente.

La ministra Carme Chac

La ministra Carme Chacn, pasando revista embarazada.A. CULLAR

El presidente Rodrguez Zapatero, que sucedi a Aznar en La Moncloa, hizo del feminismo su principal bandera poltica. Por primera vez, nombr un Gobierno paritario y design a una mujer vicepresidenta primera. Mara Teresa Fernndez de la Vega rompi ese techo y los presidentes posteriores han continuado esa costumbre. La nmero dos de Rajoy fue Soraya Senz de Santamara y la nmero dos del primer Gobierno de Pedro Snchez fue Carmen Calvo.

En la segunda legislatura de Zapatero se produjo una imagen que dio la vuelta al mundo. La primera mujer ministra de Defensa, Carme Chacn, pas revista a las tropas en su toma de posesin embarazada de siete meses. La poderosa fotografa, en su da censurada por los conservadores como una operacin de imagen, ha pasado a la historia como el smbolo del cambio de mirada de Espaa hacia las mujeres al frente de las instituciones y del cambio de mirada de las mujeres polticas hacia s mismas. No en vano, los presidentes posteriores tambin pusieron a mujeres al frente del Ministerio de Defensa, como Mara Dolores de Cospedal y Margarita Robles.

Mujeres en cargos, s, pero an ninguna de ellas ha logrado llegar al liderazgo de un gran partido nacional ni, por consiguiente, a la Presidencia del Gobierno. Y algunas lo intentaron. Las candidatas que optaron a primarias en los procesos de eleccin del lder en el PSOE y el PP fracasaron frente a los aspirantes masculinos. Carme Chacn, desaparecida prematuramente en 2017, perdi las primarias contra Alfredo Prez Rubalcaba, Susana Daz fracas contra Pedro Snchez y Pablo Casado le gan a Soraya Senz de Santamara. La frustracin de todas ellas puede tener muchas lecturas. Las tres denunciaron en sus procesos de primarias el machismo an imperante en los partidos. Zapatero con faldas, dijeron de Chacn. Frecuentemente, aparece y desaparece el debate de si Espaa est preparada para tener una presidenta del Gobierno. Todas las mujeres que ocupan cargos polticos de relevancia pueden relatar ancdotas acerca de las costumbres machistas que an anidan en sus organizaciones. Si bien hay groseras que no seran admisibles en la Espaa de hoy. La primera ministra de Igualdad, Bibiana Ado, sufri una persecucin sexista de grueso calibre.

Isabel Perell

Isabel Perell, primera mujer al frente del CGPJ, el da de su toma de posesin en 2004.POOL

Gobernaba Mariano Rajoy cuando se produjeron dos acontecimientos que confirmaron en la calle el avance imparable de la voluntad de las mujeres espaolas de tener su lugar en la vida pblica y en la clase dirigente del pas a todos los niveles. Ya lo haban logrado en las universidades, en las oposiciones, en las oficinas de las empresas, en los medios y en la cultura. Si bien no en muchos puestos de direccin.

El episodio que marc un antes y un despus en la conciencia contra los abusos sexuales -as tipificados en el Cdigo Penal- fue el caso de La Manada. En los Sanfermines de 2016, una joven denunci una violacin grupal en Pamplona. Cinco hombres que se llamaban a s mismos La Manada agredieron a la vctima y lo grabaron en el mvil. El juicio celebrado en Pamplona en 2018 fue seguido con la mxima expectacin. El tribunal conden a los acusados a nueve aos de crcel por abusos, pero los absolvi del delito de violacin. El fallo, con el voto particular de un magistrado que insinu un cierto disfrute en la vctima, encendi las calles y la protesta tuvo impacto en el mundo. El movimiento MeToo llegaba as a Espaa. El Gobierno, los partidos y el Poder Judicial, sorprendidos por una protesta masiva y sostenida en el tiempo, anunciaron cambios legales para aclarar el delito de violacin en el Cdigo Penal. El Supremo elevara las penas de crcel contra los agresores en 2019.

Un mes antes, se haba producido la manifestacin que cambi para siempre la marcha de las mujeres hacia la igualdad. De forma sorpresiva, las masivas protestas y el respaldo indito a la huelga de las principales caras visibles de los medios de comunicacin de referencia evidenciaron una fortaleza y un vigor inesperados del movimiento de las mujeres, que iba ms all de la lucha feminista entendida al modo tradicional. El impacto de aquella convocatoria dej claro que la reivindicacin de la igualdad real entre hombres y mujeres en Espaa era un movimiento transversal a las ideologas y a las generaciones.

Protesta feminista tras la violaci

Protesta feminista tras la violacin de ‘La Manada’ en los Sanfermines de 2016.A. DI LOLLI

Los primeros sorprendidos por el xito del 8-M fueron los partidos, que tomaron buena nota del vigor feminista de la sociedad espaola. El feminismo se situ en primer plano del debate poltico en Espaa.

Distintas mujeres con altos cargos en las instituciones se sumaron al movimiento. La presidenta del Congreso, Ana Pastor -que se reivindica como muy feminista-, se despidi de su cargo en mayo de 2019 con una referencia muy clara. En el despacho de la Presidencia cuelga un cuadro del pintor Asterio Maans, de 1908, en el que se refleja una sesin del Congreso. Las nicas mujeres all presentes ocupaban los escaos de la tribuna de invitados. Hoy somos muchas, y me enorgullece ser una de ellas. Ana Pastor considera que los comportamientos machistas son an moneda corriente en los partidos espaoles. La ex diputada socialista Ana Mara Ruiz-Tagle, una de las 13 diputadas que se sentaron en el Congreso en la legislatura constituyente, seala en las pginas del libro Fuimos nosotras, de la periodista Magis Iglesias, que se ha producido un punto de inflexin en la sociedad espaola. En 1977 haba una generacin machista que afectaba a todos los partidos. Esto es lo que se ha acabado con el 8-M del 18. Y no hay vuelta atrs.

El propio concepto de feminismo cambi ese 8-M de 2018. Las empresas, las universidades, todos los medios de comunicacin, los foros pblicos, las instituciones, los partidos polticos o los sindicatos han sido escenario desde entonces de intensos debates acerca de las desigualdades. Trminos slo usados por las asociaciones feministas han pasado a formar parte del lenguaje diario de los medios de comunicacin.

El coste profesional de la maternidad

La reivindicacin por la igualdad aparece ante la opinin pblica como justa y lgica. Los datos demuestran que los hombres cobran ms que las mujeres y que existe un techo de cristal que impide a las mujeres avanzar en sus carreras profesionales desde el instante en el que se convierten en madres. Lo evidencian las encuestas del CIS y las realidades de cada da en los lugares de trabajo. Tener hijos no tiene coste profesional para los padres. S para las madres. Los permisos de paternidad y maternidad se han ampliado e igualado en los ltimos aos. La conciliacin es el gran debate de nuestro tiempo. Las mujeres se incorporaron masivamente al mercado de trabajo en casi todos los mbitos, pero los hombres no se incorporaron masivamente al trabajo domstico, generando con ello grandes desigualdades. Tampoco se cambiaron las reglas de funcionamiento de un mercado laboral pensado y diseado en masculino, seala Glria Poyatos, fundadora de la Asociacin de Mujeres Juezas de Espaa, en el libro Todas: Crnicas de la violencia contra las mujeres, de varias autoras y editado en colaboracin con la Obra Social de LaCaixa.

Los datos demuestran que los hombres siguen cobrando ms, aunque los permisos de paternidad y maternidad se han igualado

Cuando EL MUNDO naci, haba una sola mujer en el Consejo General del Poder Judicial. Cristina Alberdi relata en sus memorias la experiencia. La sala de plenos impona, rodeada de hombres. Los 19 me tenan casi en palmitas, expectantes, divertidos y asombrados. Me encontr en la esquina de la mesa rodeada de un grupo de autnticos caballeros que me cedan el paso, me trataban con exquisita deferencia y me situaban al lado de las visitas importantes. Recuerdo con verdadero asombro que vocales progresistas de mi generacin no entendan mi combate a favor de la igualdad de hombres y mujeres. No es que rechazaran el feminismo. Sencillamente, no era su problema. Ahora mismo, ms del 70% de los que ingresan en la carrera judicial son mujeres. Y la magistrada Isabel Perell es la presidenta del Consejo del Poder Judicial. Valga este dato para reflejar el mayor cambio que ha experimentado la sociedad espaola en los 35 aos que cumple este diario.

No se puede ocultar, sin embargo, que la larga marcha de las mujeres hacia la igualdad ha generado un efecto contrario en algunos sectores de la sociedad espaola que han impulsado a Vox en las instituciones. La derecha espaola ha asumido el combate por la igualdad de las mujeres y las leyes contra la violencia de gnero como propias. Sin embargo, el nacimiento del partido Vox, que combate el feminismo y niega el concepto de violencia de genero -llamndola violencia intrafamiliar-, evidencia que un porcentaje minoritario, pero apreciable, de la sociedad espaola se resiste a asumir el avance de las mujeres.





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